Desde la llegada de Xi Jinping en 2013, China ha desarrollado la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI en sus siglas en inglés) como mecanismo para dinamizar su economía y expandir su influencia a lo largo del mundo. De esta manera, el foco central de este proyecto es el desarrollo de infraestructura que facilite el intercambio entre China y el resto del mundo. Si bien inicialmente no se contempló a América Latina dentro del proyecto, desde 2017 esta región fue incluida.
Asimismo, el énfasis de la BRI en el desarrollo de infraestructura para facilitar el intercambio comercial entre China y el mundo se refleja en la construcción de megapuertos en países como Sri Lanka, Pakistán y Grecia. La ubicación de estos puertos responde a una cuestión estratégica dentro de las rutas comerciales más importantes del mundo. Por ejemplo, tanto Sri Lanka como Pakistán ocupan una posición neurálgica en la ruta marítima que conecta Asia con Europa, mientras que Grecia actúa como la puerta de ingreso a Europa en esa ruta comercial.
Bajo esta óptica estratégica, y desde la incorporación de América Latina en la BRI, China en 2019 empezó a construir el primer megapuerto en la región, ubicado en la ciudad de Chancay, Perú. De esta manera, China demuestra su interés por mejorar los intercambios comerciales con Sudamérica. Este megapuerto posee tres características importantes. La primera, es la envergadura del puerto. Sus dimensiones plantean albergar buques con mayor capacidad de transportar contenedores; en adición, su infraestructura está dotada de altos niveles de tecnología que facilitan los procesos logísticos. Esto implica una reducción significativa en la duración del viaje entre China y Sudamérica. La segunda característica, es la ubicación estratégica del puerto en Sudamérica. Perú se encuentra en una posición central con proyección al Océano Pacífico. Del mismo modo, Chancay responde a la misma lógica de centralidad, ya que es una ciudad ubicada en el centro del Perú. Así, el puerto pretende ser el paso comercial de todas las exportaciones e importaciones de Sudamérica hacia China y el Asia. De hecho, este proyecto ha desarrollado una serie de propuestas de construcción de un ferrocarril que conecte el Perú (desde la ciudad de Chancay) con Brasil a fin de facilitar el intercambio comercial entre China y los países sudamericanos con proyección al Atlántico o países que no tienen salida al mar.
Asimismo, esta construcción ha planteado oportunidades y desafíos para el Perú. Por un lado, la presencia de este puerto, en definitiva, permitirá el crecimiento económico porque el Perú estará expuesto a un mayor flujo comercial. El gobierno del Perú ha planteado el desarrollo de una zona económica especial a fin de crear incentivos para atraer compañías que establezcan sus fábricas alrededor del puerto. Ello representaría una oportunidad para la industrialización de un país cuya economía es, casi en su totalidad, primaria. Por otro lado, diversos medios occidentales, y más recientemente EEUU, han advertido el posible uso militar del puerto. Aunque representantes chinos alegaron a que la legislación peruana prohibía aquello; es importante señalar que el Perú se caracteriza por su precaria capacidad para hacer cumplir sus normas. Por lo tanto, ante el peso que representa China en la economía peruana y los antecedentes de actos de corrupción relacionados con la RPC, la posibilidad del uso militar no quedaría del todo descartada.
El megapuerto de Chancay se inaugurará el 14 de noviembre con la presencia del presidente chino, Xi Jinping. Este puerto es el reflejo del creciente intercambio comercial entre China y América Latina.
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